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EL INESPERADO REGRESO A LA CORBATA

Se decía que de a poco el uso de la corbata llegaría a su fin y que el look de la camisa con abierta se impondría, esta idea creció durante la pandemia, sin embargo, todo fue un bumerang. Hoy la corbata regresa con la fuerza de un huracán, la fuerza de la elegancia y el estilo. Los eventos también vuelven, pero con más formalidad. Vuelve la vida y el color, el hombre, hoy, busca destacarse y dejar en el olvido la informalidad que la pandemia trajo. Ahora está más vigente que nunca el dandi con sus detalles de estilo exagerados, rompiendo totalmente con la imagen de un hombre relajado y descuidado. La corbata vive y se impone como algo más que un accesorio. 

A pesar de su tamaño, la corbata puede convertirse en la prenda más expresiva del guardarropa de un hombre. Su textura, color, los patrones, material y confección hacen de ella una pieza indispensable cuando los objetivos son cautivar y encantar. La corbata es un símbolo en sí, representa seguridad, decisión y poder. Escoger la adecuada la idónea hará la diferencia entre ser uno más o ser el protagonista.

Si bien su origen no es del todo claro, existen indicios que conducen a su génesis. Su historia se relaciona con la historia militar. Estatuas de guerreros chinos, que datan del siglo tres antes de Cristo, muestran una especie de bufandas anudadas al cuello que habrían de brindar protección del frío. Otro indicio, se puede localizar en un regimiento militar croata que visitó la corte del rey Luis XIV, quien quedó tan asombrado por los colores brillantes de los pañuelos de seda que llevaban los oficiales. El rey, encantado por sus formas, los convirtió en una insignia de la realeza francesa, incluso creó su propio regimiento: el Royal-Cravates.  

Las corbatas que se encuentran en Buggatti, además de ser confeccionadas por respetadas firmas europeas -como Lanvin, Italo Ferretti, Marzullo, Buggatti Napoli, – se caracterizan por su estilo y la impresión capaz que de causar a primera vista, mucho más cuando son combinadas apropiadamente y si el nudo y lardo de la misma están perfectos.

Usar la adecuada es un arte, uno que se perfecciona con el tiempo, paciencia, pero también con picardía y audacia.

Revisemos algunos consejos para realizar siempre la mejor elección:
  • Las corbatas de un solo color son las más sencillas de combinar. Claro está que eso no significa que se pueda escoger cualquiera. Si se busca proyectar una apariencia sobria, incluso algo mediadora, las tonalidades azules son la opción. Sin embargo, si se desea llamar la atención e imponerse, el rojo o naranja es lo más apropiado.
    • Las corbatas a rayas están entre las más llamativas e incluso elegantes si se sabe cómo usarlas. De por sí son un foco por lo que no se debe abusar en el uso de accesorios -pines, pañuelos de colores, pulseras- que desvíen la atención. También es importante saber qué colores usar, los tonos más serios son los recomendados para reuniones o eventos formales, mientras que los claros están bien para almuerzos o eventos en el día.
    • Las que tienen estampados o figuras, sin duda alguna, son complejas de usar. Se requiere de muy buen gusto poder hacer que estas luzcan bien y no se conviertan en un despropósito. Solamente la experiencia permitirá llevarlas a la altura. Eso sí, si se trata de una reunión importante, estas no deben ser tomada en cuenta
    • Las corbatas paisley, una de nuestras favoritas, son exquisitas. Sus patrones sobre seda resaltan ante la luz del sol. Desde tonalidades frías hasta cálidas, estas nunca deben faltar en el guardarropa. Su diseño atrevido revitaliza la imagen de todo hombre. Si el evento es un negocio, incluso una cita, estas deben ser la primera opción.

La corbata ha sido históricamente el elemento de estilo favorito del caballero. Esta evolucionó en tamaños y estilos, pero todo vuelve a las raíces. El efecto post pandemia fue el impulso definitivo para volver a las vitrinas, revistas de moda, eventos de altura, cenas y reuniones de negocios. Fue el impulso para recobrar nuestra imagen y abandonar ese estilo relajado.

Al verse al espejo, si piensa que se verá mucho mejor sin corbata. Tome una, póngasela y vea cómo su imagen cambia. No es un ejercicio de vanidad, es un acto de determinación.

En un mundo en el que lo visual predomina, la corbata está más vigente que nunca.

¡Bienvenidos al mundo Buggatti!

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