Primero, lo primero. ¿Qué es vestimenta de altura?, ¿acaso es un concepto inaccesible? o ¿un estilo de vida restringido a pocos?
No, nada de eso. Hablar de vestimenta de altura, se refiere al descubrimiento y creación de un estilo propio, guiado por ciertas pautas que den como resultado una imagen impecable y, sobre todo, coherente.
Quien no conoce Buggatti puede pensar que se trata de una tienda más, una como la que se encontraría en un centro comercial. Pero no. Esta boutique no es una franquicia o una empresa más de retail. Lo que la diferencia es la filosofía que la rige: la imagen es el atuendo de los pensamientos. Bajo esta premisa, Buggatti no se enfoca en la venta de productos. Su objetivo es que cada uno de sus clientes defina su estilo personal y sea arquitecto de lo que desea proyectar.
En el país y fuera de él, es usual ver cómo los outlets se llenan de personas que buscan los mejores precios. Una camisa lila, unos zapatos vinos y un pantalón gris, todo por menos de 100 dólares parece ser una gran adquisición. La satisfacción de haber comprado mucho por poco es insuperable, hasta el día en que se trata de combinar lo nuevo con lo que ya tiene en el vestidor. ¿El resultado? Una imagen desprolija que no pasa desapercibida hasta por el menos observador.
Los outlets son una oportunidad. Pero al no conocer las bases del buen vestir se convierten en un despilfarro dinero y lo más importante, una pérdida de tiempo. Lo que a Buggatti le interesa es que cada hombre se sienta confiado, empoderado y seguro con lo que viste.
Cualquier persona puede llevar un traje. Pero muy pocos se atreven a llevarlo a la altura. Y esto no se refiere a que se debe gastar miles de dólares en un atuendo. Significa que muy pocos, se atreven a sumergirse en un mundo dónde las sensaciones priman, un mundo dónde pueden descubrir porqué es mejor vestir un traje europeo de las firmas Tombolini, Tagliatore, ISAIA, Luigi Bianchi, Brioni o Luton & Taylor, a llevar uno elaborado por un sastre local. Y con esto, no se busca desmerecer el trabajo de hombre y mujeres, sino que muy pocos sastres conocen a profundidad la tradición sartorial de generaciones, sus secretos e innovaciones.
Buggatti es un mundo de sensaciones, uno que es accesible a todo aquel que se atreve a dar un paso de fe. Mientras, las franquicias de vestimenta masculina venden las mismas prendas, aquí y fuera del Ecuador, Buggatti se enfoca en lo singular, en que cada uno de sus visitantes sea único y no un prototipo de la moda.
Más que una boutique o un club de caballeros, Buggatti es un estilo de vida.
¿Se atreve a ser parte?